martes, 14 de julio de 2009
A su corta edad, Xavi luce la ropa holgada al igual que los seguidores del reguetón. Lleva pantallas de diamante, un blin blin que le cuelga del cuello y unas cejas bien “acicaladas”. Camina con actitud y posa para las cámaras como todo un veterano en estas lides. Sin embargo, su serio semblante se transforma con las juguetonas carcajadas que suelta cuando comienza a hablar, sobre todo, al recordar al “montón de fanáticas” que se pasan llamándolo.
“A cada rato yo le doy mi número a una nena y me llaman como 10. A veces yo les digo: 'Mira, te llamo horita, que estoy en un show'”, comenta riéndose pícaramente.
Estas “amiguitas” no sólo conocen a Xavi por su música, sino que también lo han visto durante sus participaciones como parte del panel de niños en el programa Sábado gigante, en el que da consejos para que otros niños puedan solucionar problemas.
Con la salida de su segunda producción discográfica, tanto Xavi como su hermano y corista Titito, y su papá Rufino, pronostican que el número de admiradoras aumentará.
Xavi “The Destroyer” ha adoptado el apodo “The Little Bad Boy” para titular este disco porque, según afirma, él es “un pequeño niño malo” en el sentido de que es quien está “matando la liga” en el reguetón. De la misma forma en que lo han hecho otros reguetoneros, Xavi ha incursionado en géneros como la bachata y el bolero para darle mayor variedad a su producción.
“Ahora tengo canciones más bailables”, dice al compararla con su anterior, Xavi “The Destroyer”.
Excelente estudiante
Con toda la fama que ha alcanzado, Xavi no ha dejado de ser un estudiante de excelencia en la escuela Franklin Delano Roosevelt en Mayagüez. Próximo a comenzar el quinto grado, mantiene un promedio académico de cuatro puntos y, recientemente, ganó el primer premio de la Feria Científica del Recinto Universitario de Mayagüez.
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