martes, 18 de agosto de 2009
Las cosas están “jo#$%@^”. Es tiempo de levantarse y “bregar con lo que hay y con lo que no hay”.
De tener esa actitud, esa “babilla”, dependerá que Puerto Rico deje de ser una “nación en desperdicio” y vuelva a relucir “el potencial que tenemos los puertorriqueños”.
Es así como el rapero Vico C observa el estado actual de la Isla, a donde ha vuelto hace varias semanas para ultimar detalles de su próximo disco, Babilla.
“La condición del espíritu del pueblo no depende del Gobierno, el Gobierno puede aportar o desayudar, pero no está todo en el Gobierno, porque si el Gobierno es perfecto y tú decides seguir siendo un borrachón, a quién le vas a echar la culpa”, apunta sobre la dependencia del Estado por parte de un gran sector de la ciudadanía.
“Hay cosas que el Gobierno nunca va a poder bregar en tu vida”, agrega quien además lamenta cómo la política y los medios de comunicación han trastocado sus verdaderas responsabilidades por el afán de dinero.
Directa o indirectamente, el Puerto Rico de hoy del que habla está retratado en las letras que componen su nueva producción, pero se verá con ejemplos de personajes o situaciones que se cuelan por las calles del país.
Ópera urbana
Con cigarrillo en mano, el Filósofo del Rap describe su proyecto como una “ópera urbana”, en la que cada final de canción es el comienzo de la otra. “Diría que todos los temas son sociales, lo que pasa es que hay unos que suenan tan jocosos y sabrosos, pero yo te cojo el tema Se escapa, por ejemplo, y puedo hacer un chanteo más serio y es un tema social”.
Este tema lo grabó con Yaga & Mackie, quienes junto con Ángel López, Gustavo Laureano, Andy Montañez y Arcángel están de invitados en el álbum que será presentado el 8 de septiembre, día en que el cantante cumple 38 años (y ya está preocupado por los 40).
Pólvora valida lo que Vico C rapeó hace 20 años en La recta final: “Abro los ojos, me levanto, leo El Vocero, y el porciento de la paz es cero…”. Tal línea se repite ahora en la letra que dedica al gatillero, un personaje que pretende tocar en el corazón, con una historia que deja el saldo de un inocente herido.
De la discografía del autor de Aquel que había muerto, Tony Presidio y Desahogo, Babilla es, quizás, la producción más sencilla en sus metáforas, en su vocabulario callejero. “No estoy haciendo nada diferente, sino una forma diferente, porque he evolucionado y he entendido que temas bien simples son más grandes de lo que uno cree. Hay una canción que se llama Moriré, que es dedicado a mi esposa y cuando tú pones a un esposo a pensar en su esposa, tú le estás haciendo un bien a la sociedad, porque tú estás dando salud al hogar y en el hogar empieza la nación, y eso es lo que yo quiero”, afirma.
Aquí la que falló fue usted es la salsa gorda que grabó con Andy Montañez; Agua, “abunda sobre mi experiencia como un tipo que paró la policía y que la injusticia empieza desde ahí y sigue en la cárcel”; Sentimiento es un tema para bailar que a su vez denota el romance contenido en el disco, y La prueba de farmacia, junto a la voz de Gustavo Laureano, pondrá a pensar a muchas jóvenes y madres sobre los embarazos a “destiempo”.
Este diario escuchó un adelanto de Sentimiento y La prueba de farmacia, dos ejemplos claros de la variedad rítmica y lírica del disco que, tal parece, gustará a los fanáticos de la vieja y la nueva escuela.
